Refranes que no sirven

En Amélie, una de esas películas que te pone bien con la humanidad, el personaje de Nino Quincampoix es interrogado por una de las camareras que trabaja con su potencial novia respecto al número de refranes que conoce. En opinión de la camarera, “nadie que sepa más de diez refranes puede ser mala persona”. Esto suena de maravilla en la teoría de las películas francesas de realismo mágico que son el área de desempeño del director Jean-Pierre Jeunet, pero en la praxis es una aseveración falaz.

Dénle una repasada al refranero popular. Encontrarán más inconsistencias y recovecos que las existentes sobre el cutis de Gaddafi. Me di a la tarea de recopilar algunos refranes y expresiones con el afán de desmentirles:

Cría cuervos y te sacarán los ojos. Pamplinas. Mi amigo Israel solía decir “cría cuervos y tendrás un chingo”, lo que suena perfectamente lógico. Además, si ponen atención a las noticias, encontrarán recurrentemente una noticia sobre una viejita solterona que murió en su casa y fue devorada por todos los gatos que cohabitaban con ella en el domicilio. ¿Cuántos casos similares han escuchado donde los cuervos hayan sido los devoradores de humano? Cero. Mucho menos aún los casos donde los mentados cuervos le extirparon los globos oculares a sus propietarios y criadores. Este refrán debe ser retirado, punto.

Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar. Aunque tu vecino sea el hombre que dicta la moda mundial en lo que a cabello facial se refiere, y haya decidido que es hora de quitarse el candado, el fu-manchú, el chivito, la piocha, el chuletón amanubriado o qué sé yo qué otra barbilla hipster que se haya puesto en boga a partir del último video de Minutemen , el hecho de seguirle los pasos sólo indica que eres un borrego, un wannabe y un ente sin personalidad propia. Así que déjate la barba en paz.

¡Hey, ya empezó la campaña presidencial de Ebrard!

El león cree que todos son de su condición. ¿Quién es tan pretencioso como para aseverar que sabe lo que cree el león? ¿Quién habla en “leonés”, por principio de cuentas? Además el león es el rey de la selva (y no me estoy contradiciendo, creo que el ratel es su ministro de la defensa o algo), por lo que asumir que dicho monarca zoológico cree que los demás también son reyes no tendría ningún sentido. No soy biólogo ni zoologo, y muchos de ustedes ponen en serias dudas que yo sea siquiera comunicólogo, pero puestos a especular yo creo que lo único que cree el león es que su melena se le ve increíble y que la leona ya se tardó con la gacela del almuerzo, así que es hora de pegar un rugido para que se apure. Después: siesta. Eso cree el león.

Hierba mala nunca muere. Un razonamiento a todas luces imbécil. Buenas o malas, las hierbas son tan susceptibles de morir como casi cualquier otra planta. ¿Quieren pruebas? Regálenme una hierba mala, de ser posible sembrada dentro de una coquetona maceta de barro que luzca bien sobre mi escritorio. Les garantizo que la dichosa y maligna planta no llega a la semana. Yo tengo esa clase de mano para la jardinería. Soy capaz de marchitar un cactus. Un cactus de plástico. Así que no me hablen de la inmortalidad de las hierbas malas.

Pensando en la inmortalidad del cangrejo. Tampoco me hablen de la inmortalidad del cangrejo, por cierto. Acabo de recetarme un platón de jaibas rellenas para probar este punto.

El muerto y el arrimado a los tres días apestan. El muerto puede pasar muchísimo tiempo sin apestar. La descomposición no depende tan sólo de tiempo, el entorno y las causas de muerte pueden influir muchísimo en el lapso que se requiere para generar pestilencia. Un muerto que está en un lugar frío, a la sombra, puede durar cinco o seis días sin apestar. Ahora bien, el arrimado puede apestar desde el momento en que se le arrima a uno, sobre todo si tiene cuestionables hábitos de higiene personal. Otro refrán a la basura.

Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. Bajo esta lógica, el camarón de rio no podría existir, pues a la primera siesta reparadora se hallaría río abajo, ya sea en un cuerpo lacustre o en una desembocadura marítima. Y el camarón de mar también se hubiera extinto a base de deprivación de sueño. Si eres camarón y quieres dormir, haces lo que cualquier camarón con tantito sentido común hace: buscas un lugar fuera de la corriente y te echas una pestañita. ¿Qué pensarían ustedes de un refrán como “asalariado que se duerme, se lo lleva el MetroBus”? ¿Qué pendexada, no? Eso sólo aplica si te quedas dormido dentro del MetroBus. Pero la verdad es que te puedes dormir en casi cualquier sitio sin que exista el riesgo de ser transportado a otro lugar por medios ajenos a tu voluntad.

Kim Kardashian (izq.) y su hermana Khloe (der.): sí, Kim podrá tener el cuerpo, la cara, la lana, la fama... pero NUNCA el pegue descomunal con los Wookies...

La suerte de la fea, la bonita la desea. Claro. Me imagino que Kim Kardashian ha de estar muerta de envidia por lo afortunada que es su hermana Khloe, que parece tener ADN de Sasquatch en su persona.

Caras vemos, corazones no sabemos. Este refrán pretende indicar que no podemos estar seguros de que algo exista si no lo vemos con nuestros ojitos de pipizca. ¿Hay algo más imbécil que eso? Es como si me dicen que Marcelo Ebrard no tiene cerebro porque no lo trae por fuera del cráneo, a la vista de todo el mundo. Y sin embargo, conocemos a la mamá de nuestro regente capitalino, y aún así podemos aseverar que Ebrard no tiene madre. Contrasentidos de la vida, eso es todo.

 

Bueno, eso es tan sólo el comienzo. Hay muchísimos contradicciones que aquí no serán abordadas, pero estoy seguro que ustedes me señalarán mis múltiples omisiones y procederán con sus respectivos aportes. ¿Saben cómo lo sé? Simple: porque la mula no era arisca, los palos la hicieron..