ARCHIVO MUERTO: «Yo no me llamo…»

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Ya hace un rato que Archangel (alias DIMM OS), Finísimo Lector de abolengo, me recordó un «gag» recurrente de mis épocas en Men’s Health. Antes de ese trabajo, el correo que recibía a mi nombre se reducía a estados de cuenta bancaria, ofertas para participar en torneos idiotas del Selecciones (nunca gané ni mais) y los temidos requerimientos de la Secretaría de Hacienda, instándome a pagar los centenares de pesos por concepto de impuestos que servirían, a su vez, para pagarle el sueldo a los policías que andaban asaltando gente en mi colonia.

Pero en cuanto me volví director, la cosa cambió. El correo recibido en la oficina pronto se convirtió en un alud de boletines y comunicados de prensa, invitaciones a eventos, paquetería diversa y uno que otro intento por tentar mi ética periodística con regalitos varios de parte de gente interesada en recibir menciones de producto. Digamos que no me tuve que comprar una sola loción hasta que dejé de chambear en editoriales.

Sin embargo, con todo ese correo también se hizo presente un interesante fenómeno. Las maneras de escribir erróneamente mi nombre se multiplicaron como conejos teporingos.

De siempre había tenido broncas en la escuela por lo poco común en México del apellido Sempere, pero también el Valdés empezó a dar problemas (todo mundo cree que soy Valdez con zeta, como El Loco). Y de paso, mi primer y segundo nombre también resultaron afectados. Por extraños motivos mucha gente cree que soy José Antonio, en lugar de Juan. O Juan Carlos, que era la opción “B” contemplada por mis papás cuando yo todavía era una panza dentro de otra panza (la de mi señora madre). El caso es que el Juan junto con el Antonio les resulta a muchos tan extraño como mezclar Pasito Duranguense con una sinfonía de Mahler. Insisto, no me puedo explicar aún la confusión.

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Un viejo ejemplar (2002) de la MH donde debutó la sección.

En fin, comencé a coleccionar los sobres, etiquetas, invitaciones y hasta los e-mails con mi nombre mal escrito, y a repasar mis favoritos en una subsección dentro de mi carta editorial en Men’s Health. El chiste duró un par de añitos, y curiosamente aún hay quienes aún me distinguen de los demás editores (¡saludos, Dre!) por el simple hecho de ser un tipo quisquilloso respecto a malentendidos apelativos. He aquí mis favoritos:

Mr. Sam Perez. Éste inició todo el rollo. Una invitación llegó a mi domicilio, dirigida a dicho personaje. Como yo sabía que la persona que la envió era de origen gringo, comprendí de inmediato que se trataba de una interpretación errónea cuando alguien le recordó que debía incluir a “Sempere” en la lista. Aún hay amigos que me llaman por este nombre.

Mr. Anthony Santori. Empezaba la primera temporada de Los Sopranos en HBO cuando me llegó un paquete de FedEx con este italianizado nombre. Jaime, redactor estrella de Men’s Health, se entretenía imaginándome como un mafioso de poca monta (onda los cuates de Donnie Brasco), y pronto adopté este alias para hacer reservaciones en restaurantes. Digo, difícilmente le vas a salir al commendatore Anthony “Tony” Santori con que no hay mesa para cuatro, ¿o sí?

Sra. Juana T. Semprese. Lo malo de abreviar tu nombre como “Juan A” es que siempre alguien acaba por llamarte Juana. El apellido mal escrito ya no me extrañaba a estas alturas, pero lo que aún no entiendo es la “T”. ¿De dónde salió? ¿Qué quiere decir? ¿Será otro nombre de mujer? ¿Teresa, Tomasa, Thalía? Puras incógnitas…

Juan Sempierre. Tampoco me faltó una versión afrancesada del apellido. Creo que ésta la originó alguien que me conoció en la secundaria del Colegio México, pues mi profe de historia (el Ramiro) insistía en pronunciar mi apellido como “Sempuá” (o algo así), pese a que yo le decía que se pronunciaba igual que como se escribía. “No seas necio, tu apellido es francés”, era su respuesta. Pinchi Ramiro.

José Alfonso Fempere. Enorme, pues falló en los dos nombres y el apellido. Mi amigo Ramón Raya siempre me ha llamado “Poncho” en modesto homenaje (creo) a esta versión. Y para acabarla, el tipo que me puso dicho nombre también se equivocó en el nombre de mi revista, pues le puso “Hombre Internacional”.

Sr. Sampaire. Raro, pues “Sampayer” fue otro romanceamiento de mi apellido, esta vez en la universidad. Aún no sé cómo se pronuncia, pero si me inclino por la enunciación en inglés casi casi suena correctamente.

Juan Antonio Serafainder. Inolvidable. Una secre habló a mi oficina preguntando por este tipo, y se trabó tres veces al pronunciar el “Serafainder”. La corregí. Incluso me ofrecí a deletrear mi apellido correctamente. Lo releyó en voz alta, aún mal. Volví a corregirle. De plano me dijo que me mandaba la invitación al evento por e-mail. Y claro, lo dejó como la primera vez. “Digo, usted ya sabe que es pa’ usted, ¿erdá?”. Erdá, sin duda. La Uritita Erdá.

Sr. Simfere, de Men’s Healt (sic). Otro tipo que habló para pedirme que le deletreara correctamente mi apellido. A estas alturas yo ya estaba dudando de mi habilidad para deletrear, así que le pedí a mi Director de Arte que sirviera como testigo cada vez que yo dictaba mi apellido por teléfono. Lo mejor es que también le ofrecí deletrear el nombre de la revista, pero mi interlocutor me dijo “No gracias, ése sí sé cómo se escribe”. Y no, se le olvidó una hache.

J. Autonia. Directito desde las oficinas de Men’s Health Sudáfrica. Cuando reimprimieron un artículo mío para su edición, también me añadieron a su lista de colaboradores, y cada vez recibía mi “ejemplar de cortesía”, con todo y esta original versión de mi apelativo. Me imagino que en Afrikaan la palabra “Autonia” significa “aquél cuyo nombre aparece siempre mal escrito”.

Joe Antonio Simpers. Una invitación a un crucero por las Bahamas. La acepté, claro, pero de inmediato surgieron broncas cuando me preguntaron porqué el nombre en mi pasaporte no coincidía con la reservación. Eventualmente me quedé sin ir. ¡Te la pelaste, Joe Simpers!

Y de postre, todos los demás: José A. Sempere, Juan A. Cenepre, Juan Cenpere, Juan Antonio Samper, José Antonio Semper, Juan Carlos Sempere, José Carlos Sempere, J. A. Samperio y Juan Manuel Sempere (mi hermano). Así que ya saben: si escuchan que alguien vocea a uno de estos personajes en un restaurante, en una sala de espera o en los separos de la prisión, no duden en pasar a saludarme.

36 comentarios en “ARCHIVO MUERTO: «Yo no me llamo…»

  1. Con razón cada que te voy a visitar al botellón tardan horas los pinches estafetas para encontrarte! Y escucho que vocean al Sampaire, que suena como circo Atayde.

    Buenísimo! Ya nunca más me quejaré de que inmediatamente todos me salgan con la burrada de preguntar si mi nombre es como el de aquel escritor italiano… he atestiguado que existen cosas peores.

    Un saludote.

  2. Tantos nombres para que te acaben diciendo «Pinche Toño» ó «El pinche del Toño»… sin consideración a la prosapia y la alcurnia de la ascendencia catalana de su apellido, que dicho sea de paso, haría mejor juego con «Joan Andoni». Creo que ya en alguna ocasión mencioné que el apellido del protagonista y narrador del best seller «La sombra del viento» – en catalán L’Ombra del vent – que también dicho sea de paso ¡me gustó di a madres! es precisamente «Sempere»… (A lo mejor me veo muy mamón, pero el catalán es un idioma que me encanta, e incluso he tratado de aprenderlo de forma autodidacta) Gràcies y adèu

    P. D. ¿Qué mamá da esos ejemplos? Lo digo por tu tan esperado anuncio… Ya me andabas espantando…

  3. Para mi de ahora en adelante serás Mr. Sam Perez, es el mejor no tiene abuela. Además aprovecho para confesar que yo soy de las del pasito duranguense, cuando quiero leer tu blog le pongo en mis amigos del FB «José» después de mucho buscar y que no sales, ya no me queda más que ponerle Sempere, (en el fondo si se que te llamas Juana)

  4. Ya habías postado que siempre escriben mal tu nombre, pero ahora que veo los ejemplos, no hay duda de lo ridículo que es que nadie quiere escuchar o tan siquiera deletrear un nombre por no querer parecer un tonto, pero es la mejor manera de evitar esos malentendidos, pero de que existen esos orgullosos que no quieren parecer tontos y la recagan mas feo, saludos a
    Jose Alfonso Sampier.

  5. OK, mientras no te confundan en el bajo mundo del padroteo como Juangantonio Sans-Pene, no hay problema mayor.

    Yo me llamo Sergio, y por ningún buen motivo una maestra a cada rato me llamaba Jorge. Acabé pidiéndole que me llamara por mi segundo nombre, Rodolfo.

    Y hay gente que conocí en la carrera que nunca me llamaron por mi nombre correcto, pero a ninguno me dio ganas de corregir. A la fecha me los encuentro por ahí y dejo que me llamen como crean recordar que me llamo, total, ni yo me acuerdo de cómo se llaman ellos.

  6. Si, el de Sam Perez es genial, ideal la confusion fonetica.

    Yo de lo unico que aquejo es que siempre le agregan «Angel» a mi nombre (soy Miguel) y me caga (el Angel)… nunca me ha gustado como suena Miguel Angel (por mas renacentista que sea, segun dicen) y cada que alguien le agrega «Angel» a mi nombre, con cara de pocos amigos y apretando los dientes corrijo «-Miguel, a secas…»

  7. Hahahahahaha yo recuerdo de aquella ocasión donde en mi bló le puse Sampere [si… todo por el Pacasso, que le decía Sam Perez]. Debo añadir que el dueño de éste blog no tardó en ir decir:

    «Pinche JD! Yo no me llamo «Sampere», so guey, soy «SEMPERE»… goebos.

    Gracias por la mentada a mi blog, Dude! Como dijo Christian Bale: «You fuckin’ fuck, motherfucker, fuck you and fuck off, ya fuckface!»

    Besos

    Toño
    https://finisimapersona.wordpress.com
    tribuo tui corpus gaudium macarena»

    Y sí, desde entonces ya escribo correctamente su «apedillo»

  8. sabes te falto el mas epico q en el directorio de la empresa en la q trbajabas tambien estuviera mal tu nombre, entre las muchas secciones q esperaba esa era de mis favoritas

  9. Me siento honrado por la mención Licenciado.

    Y ya que andamos en la experiencia propia que le llaman, tengo un gag similar. A mi apellido Heredia, los asesores telefónicos de cualquier call-center les da por convertirlo Herendira ¿de dónde carajos sacan la ‘n’? O lo mismo con el nombre, me llamo Oscar y me dicen César u Omar -_-

    De ahora en adelante a Vertebreikah le diré por su nombre telenovelesco Sergio Rodolfo.

    Y no se haga Licenciado, usted es Toño de día y Juana de noche.

    Un paseo subido en el DeLorean gracias a éste post.

    ¡Saludos enormes Licenciado!

  10. Bueno pues me uno a usted Mr. Sam Pérez, mi apellido es Balderrama, y cada vez que alguien lo escribe, lo hace con «V», que creo es la forma correcta, pero pues el mío es con «B».

  11. Yo me llamo Norma y me apellido Mora (mucho gusto) y ya no me sorprende la cantidad de veces que digo

    – Buenas tardes me comunica con…..

    – De parte de quién?

    – De Norma Mora

    – Heeeeeeyy! te busca Norma Herrera

    así inmediato, quién diablos es Norma Herrera que TODO EL MUNDO LA CONOCE!?! una vedette I presume

  12. Uuuy regresé a mi etapa secundariana con ese post, cuando ponías fotos y toda la onda de tu nombre mal escrito, de hecho aún conservo esas revistas del periodo «Semperiano» era una buena sección, deja bajo algunas para recordar buenos tiempos

  13. Es que mi mamá veía muchas telenovelas cuando yo estaba por nacer, Archangel. Bueno, no. Ojalá. El Sergio me lo pusieron por mi papá (cómo me molesta esa falta de originalidad y hueva de parte de los padres, y peor los que quieren que se acumulen docenas de generaciones de pendejos llamados igual), y el Rodolfo por mi abuelo materno.

    Me pudo ir peor, el mexicón irredento de mi abuelo paterno quería que me pusieran Tonatiuh, uno de los más nacos y albureables nombres para un dios del sol y sin chiste ni mérito más allá de que quería que a huevo «se honraran nuestras raíces». No por nada a sus hijos les puso Xicoténcatl, Cóyotl, Cuitláhuac, Cuauhtémoc (segundo nombre de mi papá) y así. Hasta eso sus hijas tienen nombres (Rosa y Aída) europeos, pero ese vejete estaba en la idea de que tenían que perpetuar el apellido de los Hernández (más corriente imposible). Yo por eso ni tendré hijos, y si los tengo me aseguraré de ponerles nombres blasfemos, nada aztecas ni cristianos.

  14. jajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja no puedo dejar de reir! Mi nombre es Esaú, si no es un nick ni nada, ahora solo imaginate cuantas veces lo han dicho y escrito mal, aun soy estudiante pero haaaaaa solo espero llegar a la vida laboral y no dudo que me pasen las mismas pendejadas

  15. Me pasa lo mismo, me cambian mi nombre, Iris por Liz, Iria, Innis, Inés, Isis e Ingrid.
    Mi apellido es Araujo y me ponen Arango, Arajo, Arujo, Arrajo, Arau, Arauz, Arguijo, Arrua y Naranjo.
    Y en mi segundo apellido (Cervantes), la ortografía es la que falla: Serbantez, Cerbantes, Servantez, Zerbantes, Cervantez, y el que más me sorprendio fue Zerrbanthez.

    Deletrear mi nombre completo ya es cosa que casi lo hago automáticamente; me han tocado muy pocas veces que lo escriban bien. Cada que voy al gabacho me preguntan que como se pronuncia mi apellido y que se los deletree, ash!

  16. MIGUEL ARALUCE: Se te olvidó recordarnos que eres «Andaluces».
    DAN††E: A ver si llegas más rápido a sacarme del bote la próxima vez. Recuerda que en prisión soy considerado «Boyfriend Material».
    CHILANGOZANGANO: Pues cerca con los orígenes de mi familia, pues mi rama de los Sempere vive en Alicante (la mitjor terreta del mon!) y habla Valenciano, que deriva del catalán. Recollons!
    VICBOY77: Sí, pero de todos modos izo un orrible error.
    BBERRYSTOP: Ya te contestaron lo de Norma Herrera, pero si te adelanto que en Estados Unidos te iría peor. Como casi no hay mujeres llamadas ‘Norma’, acaban siendo ‘Norman’. Besos, Juana (Sam Perez)
    NAUFIG: ¡QUE TOÑO SEMPEEEE-DE! ¡QUE TOÑO SEMPEEEE-DE!… [sniff] Extraño la universidad…
    HAPPIX: Ah, o sea que tú eres el mentado Mentado…
    RYU75: Sí, ni que alguien se fuera a enojar porque uno no sabe escribir todos los apellidos raros del mundo. Pero es el orgullo depositando un cheque que la estupidez hace rebotar.
    VERTEBREAKER: Ahora que lo dices, sí podría ser peor mi nombre. JAJAJA. Y felicidades por tu nombre telenovelesco, pero no le gana a un Félix Adolfo Rafael que conocí una vez… Y para tus hijos, sugiero nombres bien heavys: Angus, Lemmy, Bonham….
    KYLEDRKNS: Miguel Ángel no está tan pior. Imagínate si te dijeran Luis Miguel.
    ALEKOO: Siguen develándose los misteriosos apellidos de los veteranos comentaristas… ¿será Ferrari el próximo?
    EL JD: Apedillo no me ganas!
    FERRARI1: Sí, dejé ese fuera de la lista, pero me cayó en la punta del saxofón que después de 5 años en la compañía seguían poniendo mal mi nombre en directorios, tarjetas, memos, etc. Y ni qué decir del diseñador que seguía creyendo que yo era JOSÉ Antonio 5 años después de conocernos… Para que tengas un apodo alcohólico en honor a tu nombre, de ahora en adelante serás El Vermouth!
    ARCHANGEL: El Cándido Heréndiro!
    LABIOS JAGUAR: Hey, mi pseudónimo más recurrente es Valderrama. Somos casi primos.
    MAJOR TOM: En efecto, cuesta tan poco recordar un nombre…
    NANMEX: ¿Para qué recuerdas esa sección? Mejor chécate las fotos de encueradas. En esos años los socios de USA no se ponían rejegos al ver una que otra chichi impresa.
    ESAÚ: Deja adivinar: El Saúl, Esús, El Seuz, Eliseo, USA…
    IRIS: No xodas! Qué pena que en uno de los países donde hablamos «la lengua de Cervantes» no sepan ni cómo escribir Cervantes. Cuando te pongan «Cervezas» nos avisas, ¿va?

  17. A mi en la primaria no se sabian mi nombre. En la secu decidi dejarmelo a tres letras (Leo). Pero cuando querian decir mi nombre completo me llamaban Leobardo o Leoncio (mi nombre completo es Leonardo).

    Actualmente mi problema no es que me digan mal mi nombre, sino que me llaman por el apellido (Melendez), cosa que me desespera.

    Y mi segundo nombre lo abrevio con «D.» porque no me gusta y desarrolla todo un misterio.

  18. Archangel: la matriarca de los Araiza!! gracias por compartir esa mega database, está padre aunque me hubiera gustado más que fuera una vedette como la Tongolele o alguién así.

    Juanita: en EU creo que tendría que usar mi segundo nombre, Deyanira, (AKA Dellanima, Dellamira, De yamira D. llamira) del que estaba muy orgullosa hasta que me lo chafearon en televisa.

  19. yo me llamo luis fernando de la vega.. si si como el vato carita de la telesnovelas de maria la del barrio…

    yo opino que el de sempierre es el mero maciso la onda francesa le da un toque distinguido y mucho cache…

    si salio el comment?..no era mi pendejes??.. si?

  20. Gustosa de ser casi su prima Mr. Sam Pérez. Tengo una duda existencial y espero que pueda ser respondida, ¿porque usa Valderrama como pseudónimo mas recurrente?

  21. Esperaba con muchas ansias éste post, verlo escrito y redactado con santo y seña, efectivamente, me he reido mucho.

    Mi nombre es Dalila, y claro que también me han puesto: Danina, Dalika, Dalia, Damina, pero eso no es lo todo, cuando les hago la aclaración, el siguiente gran error es que me digan: Como Sansón y Dalila?….WTF.
    En cuanto a mis apellidos, tan comúnes son (como un concierto de Luis Miguel en el auditorio), que es difícil no pronunciarlos correctamente.

    Saludos Sr. Sampaire! XD.

  22. bberrystop, también a mí me hubiera gustado que fuera una vedette, y si fuera como Tongolele, dobles ganas, cómo no XD.

    Magog o Valaraukar sonarían rompemadres Verte, pero soberana mentada de parte de ellos mismos te llevarías cuando crecieran.

    Sampayer suena como árbitro culto de béisbol.

  23. El de Sam Perez, no tiene madre, deberia de sustituir al nombre John Doe que usan para nombrar a los desconocidos en el gabacho; ahora el de Simfere o como se escriba suena a persona con problemas de incontinencia por lo de sin esfinter. Mi nombre es Francisco Morales y las pocas veces que lo han puesto mal fueron cuando estuve un tiempo en Carolina de Sur y recibia correo y publicidad como Frank Mortales y como Francisco Morali, La que se saco un diez fue la mama de una amiga que me listo en la invitacion de una quinceañera como acompañante de la corte de honor de una amiga como Pancho Morelos (no creo que este admitiendo que participe en varios de esos rituales de teenager mexicano )

  24. Mi buen Toño.

    Como ya te había dicho anteriormente llegué aquí desde la página del Sr. Pacasso, pero ya tenía el gusto de haberte leído en más de una ocasión en la Men’s Health y creo que te faltó el nombre que para mi gusto es el más manchado… sobre todo por las crueles bromas de tus compañeros del editorial que sugerían hacer un cambio de letra jajajaja:

    Juan Antonio Sinpere

    Jajajaja! Saludos.

    P.D. Espero no haber abierto antiguas heridas

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