Las Siete y Pico

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Me di una vuelta para checar en qué andaba Típico Hombre del Mal Morir, uno de los bloggeros más prolíficos de la Interné. Ahí me encontré con una atenta invitación a participar de una dinámica grupal con otros autores a quienes incluyó en la distinción (¿porqué no mandaste un mail a finisimapersona@mac.com, guey?). El caso es que me encuentro en la difícil posición de nombrar siete cosas que amo de mi. Como lo oyen…

Quienes me conocen saben que presumo de tener un ego que no cabe en un 747, pero a la hora de hablar bien de mi, como que se me atoran las ideas. Digo, una cosa es cultivar una particular imagen de superioridad y mamonismo profesional, y otra muy distinta es creerme mi propia publicidad. Mi mujer me señaló una vez que soy prácticamente incapaz de reaccionar ante un elogio (aparentemente pongo cara de incomodidad y entro en mutismo repentino). Y por otro lado, también soy enormemente autocrítico de mi trabajo. Creo que no hay texto mío que no sufra de correcciones y enmiendas en cada nueva lectura.

Ni hablar, voy a hacer el intento. Digo, tienen que haber siete, ¿no? Y tranquilos, no voy a proceder a extender la invitación de esta dinámica a otros siete bloggeros. En fin, siete cosas que amo de mi:

1. Siempre preferiré hacerle un regalo a alguien que me hagan un regalo a mi. Nunca sé qué pedir, y mis reacciones ante los obsequios son tan torpes como mis reacciones ante los elogios. Así que mejor doy regalos yo. No se emocionen, soy rependejo para elegir regalos. Pregúntenle a mi esposa…

2. Tengo un sexto sentido que me permite anticipar en qué momento se va a desocupar un sitio de estacionamiento justo enfrente del lugar que quiero visitar. Puede ser el Estadio Azteca el día del Clásico a la hora del silbatazo inicial, que conduciré mi auto justo hasta la entrada principal y hallaré un cajón libre o desocupándose en menos de 60 segundos. Otra vez, pregúntenle a mi mujer, si tienen duda.

3. Mi mentalidad infantil me permite divertirme con actividades, música y programas de TV que aburren a otros adultos, así que nunca me aburro en compañía de mi hija y/o sobrinos. Mientras la gente mayor refríe otra cansada anécdota en una reunión familiar, yo me dejo atender por quienes juegan «a la comidita», canto a voz en cuello la «Sinfonía Inconclusa en La Mar» de Piero o me aviento unos cuantos episodios de Los Backyardigans en DVD, y me la paso poca madre. Mi Backyardigan favorito es Tyrone, por si tenían duda. Es sarcasticón, como yo.

4. Tengo memoria pornográfica. Con sólo ver a una mujer puedo recordar si hay una estrella porno que se le parezca. ¿Que la dentista se está tomando su tiempo en torturarme los premolares? Invoco la memoria de su alter ego XXX y dejo que mi imaginación la reduzca a envolverse en los actos sexuales más enfermos y pervertidos del mundo. No saben lo liberador que puede ser esto. O a lo mejor sí lo saben, los lectores de Finísima Persona están bastante graves…

5. Puedo mentir como el mejor de los políticos. Y más convincentemente. Esto debería avergonzarme, pero hasta el momento ha dado buenos resultados, así que no pienso darle de patadas al pesebre. Sé que si todo me falla en el ámbito profesional, siempre podré proveer para mi familia llevándome al baile con engaños y palabras dulces al primer incauto que se me ponga enfrente.

6. Fui capaz de aportar al mundo algo tan perfecto como mi hija. Ni modo, jóvenes. Tendrán que lidiar con un mundo que tiene una nueva generación de los Sempere entre sus distinguidos miembros. Baste saber que mi heredera universal salió igual de egoísta, ventajosa, mentirosa y cabresta como su padre, y quizá tantito peor. La veo ocupando la Casa Blanca en unos 30 años, maomeno. Y mandando a los marines a ocupar México, nada más por joder.

7. Tanta lectura y tanto consumo multimediático me ha convertido en una enciclopedia ambulante. Ojo, no hablo de una buena enciclopedia como la Británica. Soy más bien como una de las primeras Encartas, llenas de errorcillos e imprecisiones, pero bastante variadita como para sorprender al grueso de la población. Esto me convierte en una amenaza para juegos de trivia, rallies enigmáticos y reuniones familiares donde alguien quiere tener la última palabra. Sabía que tantas tardes viendo la tele, leyendo comics, oyendo discos y memorizando estadísticas deportivas iban a servir de algo. He ganado programas de concurso en TV (algún día les contaré la historia), promociones de toda índole e innumerables discusiones de borrachos. Y cuando se me olvida un dato, apelo al número 5 de esta lista…

¡Lo logré! Otro día voy con las 7 cosas que odio de mi. Nos iremos más rapidito, estoy seguro.

14 comentarios en “Las Siete y Pico

  1. algo q me gusta de mi es q soy manipulador.. xD…. investigar tanto sobre el pensamiento humano a logrado q vea q la sociedad es tan facil de manipular… JA… bendita ignorancia.. :XD

  2. Todos muy buenos puntos, la memoria pornografica, esa esta poca madre, la tendre que aplicar con la estupida de recursos humanos, cada vez que puede me deja esperando media hora el recibo de pago, pero al menos ya tendre con que entretenerme.

    • DAN††E: Mmmta, ya me saliste más voluble que el Pacasso… Si te refieres al meme del CD, estaba seguro de haberte dejado nota de que ya lo había hecho, con link y todo a la imagen en mi homepage de Mac, pero veo que mi comentario nunca quedó asentado (por las pinches verificaciones de Blogger). En espera de que seas sensato algún día y te mudes a WordPress, ya volví a subir la imagen a flickr. Está bien chiro mi disquín. Creo que voy a bautizar el estilo de mi banda como «acid-polka».

  3. Ahi te van mis siete

    1. No tengo pelos en la lengua

    2. Soy irresistiblemente atráctivo para las damas

    3. Soy camaleonesco, con un poco cambio mucho.

    4. Mi IQ superior al del promedio

    5. Mi orgullo, me ha sacado de muchos baches

    6. La forma en la que me muevo en la pista de baile

    7. La manera en la que puedo engañar a las personas haciéndoles creer que soy una finisima persona cuando soy un vulgar de primera

    y el pilón:

    8. Mi riata de 30cms… esteeeee bueh… esa solo la imaginé jejeje

  4. Nada como sentirse chingón y poder explicar por qué. Veamos, yo diría que mis siete cosas favoritas son:

    1.- Tengo buen gusto para lo que veo, lo que leo, lo que como y lo que penetro. Pero no para lo que visto, y no por falta de autocrítica.

    2.- Soy bueno resolviendo problemas espaciales. No como Buzz Lightyear, sino diseñando arquitectura. Ojalá fuera como Buzz.

    3.- Soy un ateo blasfemo y sacrílego que sin embargo tiene en alta reverencia los mitos y leyendas. No todas las mentiras son malas ideas.

    4.- Puedes hallar personas que te digan que soy un afable y perfecto caballero y otras que te digan que soy un patán maldito y sardónico. Y ambas jurarán que el otro miente.

    5.- Sé que es relativo, pero mi IQ una vez fue medido en más de 150, y otras en más de 130. Para no errarle, creo que 140 y tantos no está mal.

    6.- Mi ego, si bien es muy grande, suele ser tranquilo y solamente reacciona mal frente a egos injustificadamente iguales o mayores. Pero alguien con talento raramente me molestará que tenga un ego colosal.

    7.- Soy un amigo excelente, incondicional y constante como el mejor. Pero no tengo problemas en terminar una amistad si se necesita.

  5. algunas de tus 7 cosas se asemejan mucho conmigo, y creeme que se perfectamente lo que es ver los backyardigans con mi hija y varios programas que ella se devora con los ojos y todos sus sentidos. Gracias por aceptar mi invitación al meme y pues que mas te puedo decir que te sigo leyendo!!! saludos!!!

  6. jaja esta chingon lo de la memoria pornografica.

    no tengo hijos pero tengo una hermana de 7 años y pues masomenos se lo que es ser padre (claro no me hacerco ni a lo mas minimo me imagino que ser papa es algo muy chingon)hay que cuidarnos dd tu hija que n nos mande marines.

    bueno blog saludos

  7. Pingback: A hacer la ‘meme’ « Finísima Persona

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